TRES IDEAS QUE QUISIERA DESTACAR EN ESTE EVANGELIO DE ZAQUEO:
1. DIOS QUE ES INMENSAMENTE MISERICORDIOSO, ENALTECE A LOS HUMILDES Y A LOS POBRES Y DESPRECIA A LOS SOBERBIOS
Vida de Zaqueo. No hay ninguna profesión o condición social, no hay pecado o crimen de cualquier tipo que pudiera borrar de la memoria y del corazón de Dios a uno sólo de sus hijos. Dios recuerda. Dios se acuerda de Zaqueo, este hombre que es un pecador, una oveja perdida, un despreciado. No solo es publicano, sino jefe de publicanos, un excomulgado.
Y Jesús elije precisamente a ese pecador para ir a comer a su casa, ante el escándalo de los fariseos.
Vida de San Martín. Un hijo ilegítimo de una caballero español y una madre mulata. Que al principio no fue reconocido por su padre, que fue donado a un convento como sirviente porque no podía aspirar a ser sacerdote… Y que con su caridad, con su bondad se ganó el corazón de todos. Los frailes dominicos le permitieron profesar como hermano de los pobres y enfermos de todo Lima, hasta de los nobles y del Virrey, que lo buscaban para suplicarle un milagro.
Vida del Papa Francisco. Uno de los hombres más poderosos del mundo, que hasta hace poco era un obispo de América Latina, que estaba esperando que le acepten su renuncia por límite de edad.
Dios es misericordioso. Cuanto mayores son nuestros pecados, cuanto más limitados y pobres somos, el Señor pone su mirada de misericordia en nosotros y nos llama a ser sus amigos y sus apóstoles.
2. LA ALEGRÍA QUE EXPERIMENTÓ ZAQUEO AL RECIBIR A JESÚS EN SU CASA
Alegría que va creciendo… Nace cuando sale a la calle y se entera que Jesús va a pasar por Jericó y surge en su corazón una esperanza: ‘Sería lindo salir a verlo pasar’. La alegría de Zaqueo crece cuando Jesús se detiene justo debajo del árbol donde se había subido. Esta alegría lo inunda cuando Jesús le dice, ‘bájate del árbol porque hoy quiero ir a cenar a tu casa.’ En ese momento deja de ser un espectador y se convierte en un protagonista.
Con cuanta alegría preparaba Zaqueo su casa para recibir con atención al maestro, y esa alegría y esa emoción estalla cuando Jesús entra en su casa, lo saluda y se sienta con él en la mesa.
Recordemos que Zaqueo era un ser despreciable. Ningún judío respetable entraría jamás a su casa ni se cenaría con él.
3. EL ENCUENTRO CON JESÚS PRODUCE UN CAMBIO DE VIDA
Cuando Zaqueo sintió que le estallaba el corazón de alegría no aguantó más, se puso de pie y manifestó públicamente su decisión de cambiar de vida.
Es una decisión motivada por la alegría del encuentro con Jesús y no por una imposición externa.
Jesús no le dijo: ‘Eres un ladrón, tienes que cambiar de vida.’ Simplemente se hospedó en su casa, lo trató con cariño y eso bastó para que Zaqueo supiera lo que tenía que hacer.
El Papa insiste en que lo primero es el anuncio de Jesús, de la salvación que Él nos ha venido a traer. Debemos centrarnos en lo esencial, el amor misericordioso de Cristo que toca el corazón, que atrae, que nos llena de alegría y enciende el corazón.
Luego vendrán las consecuencias morales.
La conversión supone primero recibir a Jesús en mi casa, llenarme de alegría como Zaqueo y luego tomar conciencia que mi vida no puede ser la misma. Que no puedo seguir estafando, ni siendo deshonesto, ni siendo infiel.